El brutal asesinato de Alex Nahuel Vilte en la madrugada del pasado domingo reveló la existencia de un entramado mafioso que controlaba el acceso a los puestos en el Parque San Martín.
Testimonios de trabajadores que allí se desempeñaban refirieron manejos ilegales como el pedido de coimas para poder trabajar en esa feria, que eran recolectadas por una pareja de puesteros –con quienes tenía relación el asesino de Nahuel- pero cuyos últimos destinatarios serían funcionarios de Control Comercial de la municipalidad capitalina.
El crimen despertó la furia de los puesteros quienes quemaron la carpa de esos puesteros que controlaban la feria y venían abusando de los trabajadores por medio de la violencia, las amenazas y agresiones. Las repercusiones del violento asesinato llegaron hasta la prensa nacional y motivaron que la intendenta Bettina Romero tome cartas en el asunto.
Aunque lejos de poner orden en una situación que venía de larga data y permitir que los trabajadores puedan obtener su ingreso diario desempeñándose con seguridad y tranquilidad, el municipio resolvió retirar los permisos para trabajar de todos los puesteros.
Un remedio que parece peor que la enfermedad y denota una profunda falta de empatía para quienes necesitan ganar el sustento para sus familias. Además de sufrir la violencia mafiosa ahora los puesteros se quedan sin trabajo.
“No vamos a permitir que las mafias y la ilegalidad tomen el control de la ciudad”, manifestó la intendenta, y presentó una denuncia, para que la Justicia investigue la presencia de organizaciones delictivas que estarían controlando a los puesteros. Es de suponer que la investigación comenzará por los propios funcionarios municipales que estarían involucrados en esa organización. Tres de ellos fueron mencionados con nombre y apellido a cronistas de este medio.
Si bien de acuerdo al anuncio de la comuna las habilitaciones de puestos se suspendieron hasta que se aclare la situación, declaraciones del secretario de ambiente y servicios públicos, de la municipalidad Federico Casas dan a entender un levantamiento definitivo de la feria: “vamos a recuperar el Parque San Martín como espacio de uso público de los vecinos y vecinas de la ciudad”, señaló.
Y agregó “hay que terminar con el uso del espacio público por parte de grupos que alientan negocios mafiosos”. Lo paradójico es que al parecer quienes alientan los grupos mafiosos están también dentro de la municipalidad.
Sin embargo la comuna optó por “echar el mal afuera” eximiéndose de la responsabilidad que le corresponde y cortó la fuente de trabajo a decenas de familias que trabajaban en la feria, estigmatizándolos y responsabilizándolos por un descontrol que la propia comuna permitió y hasta generó.
"Cobro la AUH pero no me alcanza y vengo a vender al Parque, no pueden meternos a todos en la misma bolsa y dejarnos sin trabajo" declaró una puestera a Telefé.
“La culpa es del municipio” manifestó Carlos Godoy, el referente de la feria que funciona a orillas del lago en relación al descontrol del comercio en esos espacios. Y reveló que la municipalidad ya tenía conocimiento de esa situación desde hace meses y no hizo nada.
“Tengo una nota presentada a la Municipalidad de abril o mayo, pidiendo que a la feria la organicen y la controlen”, comentó, y expuso que presentó una segunda nota dirigida directamente a la intendenta, Bettina Romero, en la que le advirtió a la jefa comunal que “el Parque San Marín es tierra de nadie”.
“Tienen que solucionar el tema de los manteros, pero los manteros, la gente que realmente necesita, no comerciantes que vienen en camioneta”, subrayó.