El procedimiento se realizó en el hospital Materno Infantil, en un paciente con Síndrome de Marfan, trastorno que afecta el tejido conectivo ocular. El joven recuperó la visión gracias al implante de una lente intraocular provista por el hospital, en una intervención quirúrgica de elevada complejidad.
En el hospital Materno Infantil se realizó una cirugía inédita en el sector público de la región, que permitió que un joven de 18 años recupere parte de la visión que había perdido de manera progresiva desde la niñez, al no contar con un diagnóstico preciso y recibir tratamientos fallidos.
El procedimiento lo llevó a cabo el equipo de Oftalmología Pediátrica dirigido por el médico oftalmólogo Alejandro Jardín, quien diagnosticó que el paciente presentaba Síndrome de Marfan cuando llegó a consulta al hospital Materno Infantil.
Los profesionales realizaron un procedimiento quirúrgico de avanzada y poco frecuente, que requiere de estudios e instrumentos específicos y el implante de una lente intraocular de elevado costo.
“La cirugía duró una hora y media y fue un éxito, el paciente va a mejorar notablemente su calidad de vida y eso significa un gran antecedente para el tratamiento de futuros pacientes”, expresó el oftamólogo Jardín.
El profesional comentó que recibió al paciente, oriundo de Tartagal, cuando tenía 12 años y no contaba con un diagnóstico preciso, por lo cual los tratamientos que había recibido resultaban inadecuados.
Al examinar al niño, el médico observó una excesiva flexibilidad en sus manos, por lo que inició una serie de estudios que permitieron diagnosticar Síndrome de Marfan, que afecta al tejido conectivo, en este caso, en el sistema ocular.
El Síndrome de Marfan provocó en el niño el desplazamiento del cristalino del ojo derecho, que se denomina ectopia lentis y provoca una significativa reducción de la agudeza visual. A los cinco años le habían hecho una primera cirugía de extracción del cristalino en Buenos Aires, donde residía la familia.
En el hospital Materno Infantil, el paciente recibió tratamiento de seguimiento, primero con lentes aéreas y luego con lentes de contacto, pero llegó un momento en que no las toleró y fue necesario buscar otra alternativa, que fue la quirúrgica, consistente en el implante de una lente intraocular.
Ya intervenido, el adolescente, hoy de 18 años, se encuentra en etapa de transición para recibir atención por parte de un especialista en oftalmología de adultos, ha mejorado su calidad de vida, puede ver y moverse sin las dificultades que tenía.