El trabajo en una panadería es sacrificado; se trabaja desde la noche hasta la madrugada para tener listo el pan a la mañana temprano. Un trabajo arduo que se volvió un calvario para una joven mujer expuesta en soledad a la persecución de un varón.
"Todo comenzó con acosos, comentarios cada vez que ella pasaba, pero luego el guardia la arrinconaba con intenciones de tocarle las partes íntimas y no la dejaba seguir con su trabajo", relatan testimonios de conocidos.
La joven trabaja en la panadería social de la Municipalidad de Salta, que reparte el pan para escuelas y merenderos de la capital y atravesó situaciones pavorosas cuando un guardia de seguridad de la empresa Track con el que compartía horario de labor, comenzó a acosarla.
El acoso, reportó Hola Salta, se dio desde hace varios meses en la panificadora de Coronel Vidt 312. En reiteradas oportunidades la víctima presentó sus quejas al Gerente de la Sociedad del Estado, Matías Peñalba, pero nunca obtuvo una respuesta y el acoso continuó.
De hecho la persecución se intensificó y en uno de los incidentes más graves, la joven "fue salvada por las propias compañeras, cuando el acusado la encerró en unas de las oficinas de la planta, una noche cuando ingresaba a su horario laboral". La situación "del acoso pasó a ser abuso sexual".
Estos hechos fueron denunciados al gerente y al Presidente de Pan Solidario Sociedad del Estado, el primo de la intendenta Bettina Romero, Emilio Fayón.
Sin embargo el acusado sigue trabajando normalmente en la Panadería amparado en la impunidad del poder y protegido por relaciones familiares. Personas cercanas a la trabajadora denuncian que el Guardia de Seguridad, es familiar y protegido por Daniel Nallar, titular de la Coordinación Jurídica y de Procuración de la Municipalidad de Salta y mano derecha de Juan Carlos Romero, padre de la intendenta.
La joven no es la única víctima de los acosos del degenerado guardia. "Al principio se comprometieron en cambiar al personal de seguridad y nos dejaron más tranquilas, ya que somos muchas y a todas nos dice cosas, pero después, el hombre siguió trabajando.”
“En comentarios nos decía que se había enterado que se quejaron en la Municipalidad por él, pero repondía: “a mi nadie me va a sacar porque soy primo de Nallar, aquí mando yo”. El sujeto continuaba amenazándolas y hasta ayer trabajó normalmente", contó un grupo de trabajadoras.
Se conoció que el acusado ya cuenta con denuncias por Violencia de Género y por similares hechos de acoso ocurridos en la Municipalidad de Salta, razón por la cual fue designado a cubrir el área de la Panadería Social.
Existieron fuertes presiones para que ese guardia no trabaje en el Centro Cívico Municipal de la avenida Paraguay. Pero las autoridades minimizan los hechos y "amenazaron a la víctima para que no denuncie en la Fiscalía, porque nadie le va a llevar el apunte y la perjudicada va a ser ella en perder el trabajo".
Ante la desvergonzada impunidad con que el guardia continuó ejerciendo el acoso, y en resguardo de su integridad, las trabajadoras decidieron hablar con la prensa.
"Por eso decidimos salir y hablar con la prensa, para que la gente nos ayude y que realmente se hagan cargo desde la Municiaplidad y lo saquen al baboso ese, nosotras no estamos tranquilas, este es nuestro trabajo y nuestros hijos viven de esto, queremos trabajar tranquilas".