En un comunicado la Diócesis de Orán informó que se suspendió al presbítero Carlos Fernando Páez acusado de abuso sexual simple agravado y cuya causa se encuentra con pedido de elevación a juicio. Por lo tanto Páez no podrá ejercer como cura y fue además desalojado de la residencia de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced de la Unión.
Carlos Fernando Páez, presbítero que se desempeñaba en la iglesia La Santa Cruz de Villa Saavedra, Orán y mantenía el cargo de presbítero, pese a las denuncias en su contra presentadas 2019 y como agravante, mantenía contacto con jóvenes en el marco de la iglesia.
“Es una reacción tardía pero acertada”, indicaron fuentes periodísticas del departamento Orán a Nuevo Diario.
La suspensión fue firmada por el obispo de la Diócesis, Fray Luis Antonio Scozzina. A diferencia del caso de Gustavo Zanchetta que nunca perdió el cargo que ostentaba en la orden religiosa, el obispo tomo la medida contra Páez.
“Hasta hoy ningún obispo había tomado una determinación como esta”, indicaron fuentes periodísticas.
Con esta determinación, Páez queda apartado de toda actividad católica y del hogar religioso donde residía, sin embargo, no podrá ser expulsado de la iglesia hasta tanto se lleve adelante el juicio canónico.
Al no ser expulsado de la iglesia genera puede seguir cobrando un sueldo de la institución religiosa, hasta tanto se expida el juicio canónico. De hecho el propio obispo Zanchetta, ya condenado por abiso en la justicia ordinaria, al no tener definiciones del juicio de la Iglesia en su contra, continúa como obispo aunque no ejerce, y por lo tanto sigue percibiendo sus haberes por el cargo.
En el caso de Páez, no podrá oficiar en misas ni ejercer ninguna función del ministerio eclesiástico, pero continuará ligado a la iglesia.
Si bien las denuncias se conocieron hace dos años, los hechos que se denunciaron habrían ocurrido entre el año 2015 y el 2017.
“Hubo una de las personas dentro del Obispado de Orán que paso por el abuso de Zanchetta y de Páez”, indicaron fuentes sobre las denuncias presentadas por la víctina de los abusos eclesiásticos.