Los habitantes de Tartagal no tienen un descanso en cuanto a riesgos ambientales o para la población se trata. Hace una semana, el agua empezó a escasear más de lo normal. Debido a esto, los bomberos deben asistir ciertos lugares, y los camiones cisterna de Aguas del Norte otros diferentes.
Sobre esto, el gerente operativo de Aguas del Norte, Juan Bazán, mencionó que: “Estamos pasando por una situación super extraordinaria, tenemos una baja que hace años no teníamos y el limón (pequeño embalse en el Itiyuro) está con una bajante extraordinaria, por lo que tenemos una baja producción del sistema Itiyuro” expresó el Ing. Juan Bazán, gerente operativo de la empresa Aguas del Norte, y agregó “tenemos una gran cantidad de sedimento y eso hace que se trabaje a un 50%, sumado a las altas temperaturas y las bajas precipitaciones es una complicación para el abastecimiento de agua a la población, estamos con un refuerzo y un sistema de reparto de agua con camiones para intentar transitar de la mejor manera esta crisis”.
Pero esta situación no es sólo local: es provincial y quizá nacional. Ante la enorme cantidad de reclamos, Bazán mencionó que la obra del acuducto, avanzaron un 80% y en poco más de un mes estarán listas para ser usadas.
Comité de Emergencia Hídrica en San Martín
El comité se conformó teniendo en cuenta las circunstancias de riesgo vinculadas con el agua que está sufriendo sobretodo el norte de la provincia, para entender la grave sequía, la asistencia y la contención a los vecinos afectados.
A cargo de Aguas del Norte, prestará servicios de agua y saneamiento. Quienes forman parte son: las secretarias de Recursos Hídricos, Salud, Seguridad, Asuntos Indígenas, el Ente Regulador de los Servicios Públicos (ENRESP), el Ejército y los municipios del Departamento.
En primer lugar, se priorizará el uso del consumo del agua como recurso humano, brindando la información correcta a los usuarios, la contratación de camiones cisterna, y un incremento del servicio de manera paulatina, evitando así, recurrir a los cortes de agua programados y recurrentes.
De esta manera, buscan corresponder al riesgo sanitario que implica para los habitantes de la zona la escacez de agua, sobretodo vinculado a la suba de temperatura.