En cercanías a la ciudad de Tartagal, el pueblo General Ballivián se conmocionó tras el hecho. Los habitantes pertenecientes a doce comunidades indígenas de la zona, decidieron tomar justicia propia contra una familia (no indígena) que vendía drogas en el lugar.
Hartas de la situación y que la policía haga caso omiso a sus denuncias, las vecinas terminaron incendiando la vivienda de los acusados. Además del reclamo, se sumó el hecho de que una de las madres fue agredida luego de que se manifestara por el fin de la venta de estupefacientes en el lugar.
Sobre lo sucedido, la Policía reprimió a los encargados del hecho con balas de goma y gas lacrimógeno; que en respuesta, dañaron móviles policiales.
La justicia que no funciona
Después de la represión de la policía hacia las comunidades, se congregaron a la plaza principal del pueblo donde finalmente se tomaron las denuncias correspondientes.
Cabe recalcar, que las mujeres vienen reclamando hace años por intervención policial y más seguridad en la zona; pedido al que las autoridades hacen caso omiso hasta el momento que tienen que ocurrir estas situaciones trágicas.