El Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (Ielde) realizó un estudio que desnuda la cruda realidad de Salta, donde uno de cada dos habitantes es pobre.
La provincia registra los índices de pobreza más altos de la Argentina: hay aproximadamente 800mil personas sin ingresos suficientes para adquirir la canasta básica alimentaria.
La peculiaridad del trabajo, de manera inédita, es que se analizaron todos los departamentos de la provincia, los que el INDEC generalmente no aborda porque se enfoca en grandes aglomerados urbanos.
Entre los hallazgos notables del estudio, se observa que las ayudas económicas que brinda el Estado, no suelen estar distribuidas de la mejor manera en los sectores vulnerables.
El economista e investigador del Conicet Jorge Paz, creó el Índice Provincial de Desarrollo Humano (IPDH) que abarca diversas dimensiones como economía, salud, educación y el factor ambiental, entre otros. De esta manera se permitió hacer un estudio más “humano” y no solo económico de la situación que atraviesan los habitantes salteños. De esta manera, se puedo determinar que las realidades de los departamentos son muy desiguales en cuanto a capacidades humanas básicas. En una punta, con mejores indicadores, se encuentran Cafayate, La Caldera y Capital. Al final de la lista, Rosario de la Frontera, San Carlos y La Poma aparecen en las peores condiciones.
En ingresos, la capital salteña es la menos afectada de la provincia, la diferencia entre el porcentaje que marca el INDEC sobre los ingresos de los habitantes capitalinos, en comparación al resto de la provincia, lo cual mide este estudio es del 20%.
Con esta metodología de estudio que plantearon en IELDE, el Doctor en Economía mostró que del 43% de pobreza monetaria que el informe del INDEC atribuye a la acumulación de Salta (que es la capital y periferia de Salta), la tasa de pobreza se elevaría al 54% si se agrega todos los departamentos de la provincia.
Sobre la asistencia económica que se otorga a los grupos más vulnerables, el IELDE distingue una posible falla en cómo se aborda la problemática y cómo se planifica la ayuda frente a la pobreza.