A causa de los recortes presupuestarios, la Universidad Nacional de Salta esta adoptando medidas drásticas para ahorrar recursos, de hecho algunas clases están siendo dictadas al aire libre para reducir los costos de la energía eléctrica informó el Secretario de Extensión de la UNSa, Rubén "Chato" Correa.
El funcionario académico detalló que la universidad está recibiendo alrededor de 100 millones de pesos menos en comparación con períodos anteriores. Y agregó que la cuenta por la factura de luz pasó de $14 millones a casi $50 millones, y es por eso que implementaron acciones como las clases al aire libre para mitigar el impacto económico de ese incremento en los costos que afronta la institución con un presupuesto reducido.
Correa advirtió sobre mayores costos que la casa de estudios deberá afrontar. Por ejemplo con la llegada del invierno, el uso de estufas aumentará la demanda de energía eléctrica y destacó la necesidad de encontrar soluciones sostenibles para garantizar el funcionamiento académico.
No alcanza con la ampliación de presupuesto
De acuerdo a un informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) difundido en días previos a la marcha federal, aún con la ampliación presupuestaria anunciada por el gobierno de Milei para todas las universidades nacionales, la caída interanual del presupuesto universitario es del 34%. En 2024 se destinarán $690.000 por estudiante, un 72% menos que en 2023, sólo para gastos de funcionamiento. Esto sin contar algún aumento en los salarios docentes y cualquier posible inversiónen mantenimiento edilicio.
De acuerdo a esos números, el gobierno libertario está haciendo funcionar el conjunto de las universidades públicas nacionales con el presupuesto más exiguo para la educación superior de los últimos 30 años.
La UNSA necesita al menos 300 millones
El Secretario de Asuntos Jurídicos de la (UNSA), Sebastián Aguirre Astigueta, rechazó que el aumento anunciado por Nación a las universidades venga a solucionar el problema presupuestario y expresó que la "la UNSA necesita 300 millones de pesos para continuar funcionando".
Según Astigueta, "apenas el mes pasado recibimos 90 millones de pesos, pero nuestras facturas ascienden a 60 millones. Esto deja a la universidad en una situación de déficit insostenible".
El Secretario Jurídico advirtió que la situación de falta de recursos puede empeorar si no se toman medidas urgentes al respecto. "Estamos viendo cómo el pasto crece sin control, las paredes se deterioran, y nuestros estudiantes sufren las consecuencias. No queremos ni siquiera considerar la posibilidad de cerrar los comedores universitarios, que son una fuente vital de alimentación para muchos de nuestros alumnos", agregó.