Sin respuesta alguna por parte del gobierno de Gustavo Sáenz a las demandas de mejora salarial, el conflicto docente se agrava día a día y ya va por la tercer semana de paro por tiempo indeterminado.
Las medidas de protesta se hicieron sentir en toda la provincia, particularmente en la ciudad capital con cortes de calles intermitentes, marcha y acampe en la plaza 9 de julio. Los educadores reclaman una mejora salarial del 25% escalonada y un bono extraordinario de 10 mil pesos, entre otras demandas.
Para hoy se convocó a una “Gran Marcha Blanca” a horas 10 en esa plaza céntrica, movilización a la que se sumarán trabajadores de la salud precarizados que cobran como monotributistas contratados por el estado provincial.
La nula predisposición al diálogo por parte del gobierno para dar una solución al conflicto, junto a declaraciones de funcionarios intentando deslegitimar el reclamo han permeado a una sociedad que comienza a dar signos de intolerancia frente a las protestas.
En el día de ayer un conductor ofuscado por el corte de calles momentáneo en la rotonda de San Pablo de la capital agredió con un golpe a una docente, sin que la policía interviniera de modo alguno para proteger a la docente.
El día martes una funcionaria del gobierno de Sáenz, la “Secretaria de Resolución Alternativa de Conflictos” María José Hansen también molesta porque la protesta le impidió pasar con su auto agredió a los docentes con insultos racistas. “Negros de mierda vayan a trabajar”, vociferó.
Una de las educadoras agredidas respondió a esas agresiones en declaraciones a Con Criterio Salta, manifestó ser “Orgullosamente negra como el pizarrón de mi escuela desteñido y gastado porque el gobierno lo ha abandonado.”
“El sueldo no alcanza, yo realizo mi profesión de docente con mucho amor pero muchos no saben que yo cuando me saco el delantal trabajo de albañil”, agregó.