A partir del fallo judicial de la semana pasada, en el que se rechazara el amparo presentado por el Consejo Provincial de Educación Católica (COPRODEC), 12 colegios católicos de Salta deberán pagar por el servicio de agua potable, abono del que se encontraban eximidos.
El COPRODEC había presentado ese recurso de amparo en contra de la resolución 734/21 del Ente Regulador de Servicios Públicos (ENRESP) que dispuso el fin de los subsidios a esos establecimientos, pero la Cristina Mariana Ávila Ricci, lo rechazó.
La medida alcanza también a 65 propiedades de la Iglesia Católica en Salta que dejarán de recibir unos 25 millones anuales de subsidios.
Ante la falta de esos subsidios, y pese a las elevadas cuotas que cobran a las y los alumnos, esos colegios anunciaron que elevarán su costo, trasladando a las familias directamente los aumentos de sus costos opertaivos.
El presidente del COPRODEC, Roberto Suaina, afirmó que “el costo del agua nunca fue tomado en el cálculo de la recomposición de las cuotas, o sea que es un costo más que se agregará lamentablemente al monto de la cuota”.
“No son costos tan menores como algunos creen, tenés colegios importantes en metros cuadrados y en el uso del agua porque tenés una población escolar importante y estamos hablando de costos que tienen de $500.000 o $600.000 por mes”, detalló Suaina a Nuevo Diario.
A dios rogando y con el mazo dando
Al parecer el directivo de los Colegios Católicos en ningún momento analizó la posibilidad de asumir el costo de los servicios que cualquier persona física o jurídica debe pagar y evitar un aumento en el precio de las cuotas que se sumará a los costos que las familias deben afrontar regularmente
Por el contrario, Suaina declaró sentirse “sorprendido” por la resolución judicial en contra del COPRODEC y agregó que su cuerpo de abogados analizará el fallo para resolver una posible apelación.
“El amparo lo hicimos en base a leyes vigentes y para evitar seguir cediendo derechos adquiridos por ley en su momento”, expresó el directivo católico, y agregó: “son los legisladores los que deben reunirse y derogar esas leyes”.