La situación en el norte de la provincia se agrava cada día más, en el marco de la crisis hídrica. Debido a que las autoridades gubernamentales no parecen tomar cartas en el asunto, ni ''hacer presencia'' dentro de las comunidades para brindar algún tipo de escucha, decidieron venir a la ciudad para hacer más visible su reclamo.
Se trata de aproximadamente 70 personas, en general niños, de comunidades pertenecientes a la Mora II, Toba, Konlajé, entre otras. Los miembros de este grupo, están a la espera de una audiencia con autoridades provinciales para poder ''hacer efectivo'' el pedido de los pozos de agua.
Según un comunicado de las comunidades integrantes: ''El impacto de la deforestación y el monocultivo no sólo repercute en la calidad de agua al que estas comunidades acceden con bastantes dificultades sino también, contribuye al gran monstruo del calentamiento global, de hecho, durante la próxima semana se esperan en la zona temperaturas superiores a los 40°''.
Además, tanto vecinos de Tartagal como de misiones aledañas, aseguraron que: ''De persistir esta falta de diálogo por parte del gobierno provincial, las comunidades prevén realizar caminatas por algunos puntos del centro de la ciudad para que uno de sus reclamos históricos cobre visibilidad: acceso a agua potable''.
En tanto, luego de casi cinco días de caminatas con niños en mal estado de salud, y pese a que la página oficial del gobierno publicó que se encuentran ''asistiendo a los recién llegados'' desde la Secretaría de la Delegación de Asuntos Indígenas con alimentos y hospedaje, no es así.
La estadía de estas personas se encuentra lejos de ser feliz. En su primer día los recibieron en Popeye; que manifestaron de manera inmediata la imposibilidad de continuar dando albergue a las comunidades, por lo tanto, fueron trasladados a instalaciónes del Ejército.
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