Tras lo ocurrido con los manteros, desde el desalojo violento el pasadp sábado 15 de octubre, la represión policial y la falta de respuestas, la Intendenta Bettina Romero manifestó su postura con un video corto que posteó en sus redes sociales, donde la ejecutiva afirma:
“Tomé la decisión de ordenar de una vez el centro de la ciudad de Salta. Creo firmemente que esto puede significar un cambio histórico y positivo para nuestra ciudad. Voy a estar siempre del lado de los que quieren trabajar de verdad. Estamos viviendo tiempos difíciles de enorme necesidades pero no podemos tolerar el avance de las mafias, el negocio de unos pocos y la violencia. No queremos lamentar una fatalidad más."
Las palabras de la intendenta apuntan a justificar las medidas que excluyen a ciudadanos necesitados de empleo, que encontraron en la venta callejera en el centro un modo de subsistencia, calificándolos arbitrariamente como “los que no quieren trabajar de verdad”.
Asegura además que no va a tolerar “el avance de las mafias, el negocio de unos pocos y la violencia”, intentando nuevamente desprestigiar a los trabajadores más vulnerables, insinuando que son responsables de un modo ilegal de funcionamiento, cuando los propios funcionarios municipales, estaban involucrados en el cobro de coimas para habilitar el trabajo de manteros
La falta de políticas públicas y regulaciones son responsabilidad de la Municipalidad que desde la comuna se deben solucionar pero la salida más fácil es excluir a los más vulnerables, quitarles posibilidades de trabajo y además responsabilizarlos por ese despojo, ensuciando su dignidad y acusándolos de mafiosos. Es una mirada “claramente” clasista la que despliega Bettina Romero.
El video concluye con la certeza: "Cada una de las medidas que estamos tomando apuntan a que podamos vivir tranquilos. Todos queremos que Salta esté mejor, y para eso estamos haciendo".
Por el momento, muchos vendedores ambulantes siguen sin tener una respuesta concisa sobre qué sucederá con su fuente de ingreso, la mediación que tenía que realizarse el jueves fue suspendida, en las plazas España y Francia permitieron que se instalen por 30 días en un reducido espacio algo más de 200 manteros.
Quedan 250 más sin lugar para trabajar, 250 familias que no tienen como ganarse el pan de cada día, aunque esa carencia sea algo que Bettina desconoce.