Alberto Fernández le pidió la renuncia al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, luego de la filtración de un off the record en donde apuntaba contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner por la contratación de caños para el gasoducto Néstor Kirchner. La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, confirmó la salida del funcionario, que había roto la paz firmada luego del acto por los 100 años de YPF.
El jefe de Estado respaldó públicamente a CFK via Twitter ante el malestar de las críticas enviadas a través de los medios por la licitación de la megaobra que abastecerá de gas al país para el próximo invierno. Por ahora, no hay reemplazante a la vista.
Kulfas se llamó a silencio durante toda la mañana del sábado, luego de un comunicado de prensa del área de Energía que controla la agrupación La Cámpora, en donde lo señalaba como autor de un off the record que denunciaba a Integración Energética Argentina Sociedad Anónima (IEASA) de haber hecho una licitación a pedir del Grupo Techint. "Es insólito que acusen a Cristina de querer favorecer a Paolo Rocca, cuando el que se reunió con él fue el presidente (Alberto Fernández)", afirmó una fuente ligada al camporismo.
La ausencia de Kulfas, que cortó comunicación incluso con los funcionarios de su propia área, fue la antesala de su salida del gobierno. Para el kirchnerismo, el pedido de renuncia servirá para evitar nuevos cortocircuitos con CFK. "Esto es más grave que la operación que había hecho (Juan Pablo) Biondi", en referencia al ex vocero presidencial, e incluso señalaron la "torpeza" en el manejo de la "operación" en los medios de prensa que "fue dirigida a determinados medios de comunicación".
"Tenemos chequeado de dónde surgió el mensaje para los periodistas. Cristina no se mueve por rumores", le dijo un vocero camporista ante las sospechas que habían surgido desde el entorno de Kulfas sobre un posible "engaño" de las fuentes. Sin embargo, al momento del pedido de renuncia, ninguno de los integrantes del equipo de Desarrollo Productivo estaba al tanto de la crisis. Incluso, no hubo reuniones de último momento ni llamados con los secretarios más cercanos a Kulfas.
El ahora exministro de Desarrollo Productivo pertenece al Grupo Callao, una suerte de think thank del albertismo, que había resistido las críticas de la vicepresidenta y de sectores alineados con el kirchnerismo. Para algunos integrantes del palacio productivo, Kulfas se reaccionó ante las críticas de CFK por el reclamo a Techint de producir en la Argentina la chapa que la empresa argentina fabrica en Brasil. "No midió las consecuencias y actuó en caliente, porque nadie lo mandó a confrontar de esa manera", admitió la fuente consultada por Letra P.
De hecho, en las primeras horas de la tarde, los funcionarios que integran los equipos técnicos del Ministerio de Desarrollo Productivo no habían recbido órdenes sobre su continuidad en el gobierno. El desconcierto que sobrevuela en el área es tanta que los teléfonos se silenciaron. Sucede que el propio Kulfas dejó de atender el teléfono durante la mañana del sábado, desde que empezó a circular la carta de respuesta ensayada por el camporismo energético.
La noticia tomó por sorpresa a propios y ajenos. Sin embargo, todos los sectores "la veían venir", lo que descolocó fue la escalada que tomó y el ritmo de resolución. Por caso, la novedad encontró al presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, de viaje en Ginebra, participando de una reunión de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El resto de los empresarios fabriles, de relación constante con el Ministeriio de Desarrollo Productivo, se almorzaron con cierto malestar en el mediodía del sábado porque consideraban a Kulfas un "muy buen ministro".
El teléfono de los industriales estaba a la espera de un llamado telefónico desde la Casa Rosada. Sucede que suele haber consultas con los sectores afectados con medidas gubernamentales para al momento de diseñar la conducción. "Una cosa es lo que se debería y otra es lo que se hace", confió a Letra P uno de los integrantes de la mesa chica de la UIA.