OPINIÓN

Ser mujer es sinónimo de vivir en peligro en la provincia

Con el femicidio de Moldes van 13 en el año, Salta tiene índices por encima de la media nacional

En lo que va del año se registraron 13 femicidios en la provincia, sumando el asesinato de una adolescente en Coronel Moldes esta mañana, la mayoría de ellos en manos de parejas y ex parejas. Las políticas públicas brillan por su ausencia.

Con el femicidio de Moldes van 13 en el año, Salta tiene índices por encima de la media nacional

 

Desayunar  mientras leemos la noticia de un nuevo femicidio es algo lamentablemente habitual de nuestro día a día. Sin ir más lejos, hoy tuvimos que lamentar el asesinato de una joven de solo 17 años en Coronel Moldes, donde su ex pareja –que tenía multiples denuncias y una orden de restricción- terminó con su vida. Los asesinatos de mujeres van en ascenso y no se observan  políticas efectivas en relación a la prevención y visibilización de la violencia por motivos de género.

Según el último registró publicado por el observatorio de mujeres “Ahora que si nos ven”, Argentina lleva 176 femicidios, de los cuales 18 fueron cometidos en septiembre y el  64% de los femicidios fue realizados por las parejas y ex parejas de las víctimas.

Salta no se aleja mucho de esta realidad, al contrario, los números son aún más espeluznantes. Según el registro de “Mumala”  en lo que va del año hubo 18 intentos de femicidios , a este dato se suma a los 13 femicidios que registraron en la provincia. Salta tiene una tasa de femicidios de 1,23 cada 100.000 mujeres, más que la media nacional que es de 0,68.

La mayoría de los femicidios e intento de femicidios fueron perpetrados por parejas y ex parejas de las víctimas, mientras que el lugar de los hechos en su mayoría son en la casa de la víctima, en la del victimario o en hogar compartido. El 60% de los hechos se produjeron en un ámbito de privacidad de ambas partes, por lo cual cuesta más contabilizar aquellos intentos de femicidios y aún mucho más los hechos de violencia que sufren las mujeres salteñas.

Mostrar estos números no es algo caprichoso, sino una forma de empezar a concientizarnos de cuál es la realidad de las mujeres en la provincia, donde la carencia de políticas públicas y una justicia lenta no solo perjudica el cotidiano de cada una, sino también pone en peligro nuestras vidas.

El asesinato de la adolescente Agustina C. en Moldes por su ex novio Juan Gallardo de 18 años es un ejemplo claro de la falta de capacidad del estado para prevenir estos crímenes. Se trata de un hecho que se podría haber evitado, porque el femicida tenía múltiples denuncias y una orden de restricción que , está a la vista, la justicia no pudo o no supo hacer cumplir. Es más, la víctima hasta días previos al asesinato tenía custodia policial pero fue retirada por disposición judicial.

La adolescente ya hacía sido víctima de violencia de género y había denunciado a su agresor por atentar físicamente contra su integridad. La justicia le asignó una consigna policial para que la joven pudiese llevar una vida normal, pero a principio de mes la medida caducó y se retiró la cutodia, quedando a merced de quien terminaría con su vida.

Los intentos de femcidios y los femicidios en sí, son productos de una suma de violencias escalonadas que muchas veces a la víctima le cuesta interpretar hasta que llega a instancias mayores o simplemente el miedo a denunciar a sus agresores le impide poner una traba a tiempo.

Es importante tener en cuenta algunos aspectos para poder frenar este asunto:

La primera es poder concientizar que la violencia, no se trata sólo de la física o verbal, sino también de la institucional, sexual, psicológica y económica.  No solo que las mujeres sepan interpretar que violencia se le ejerce, es importante es que los hombres comiencen a desconstruir sus ideas violentas, muchas de ellas arraigadas por el mismo entorno machista en el que se criaron.

Lo segundo es implementar un cambio de visión en las medidas judiciales, las cuales por lo general recaen en las víctimas y no en los agresores, siendo en su totalidad las consignas policiales puestas en las mujeres y nada en los agresores. Para los movimientos feministas, esta acción representa una revictimización constante hacia las mujeres, que además, ven coartada su libertad de circulación debido al juicio moral y social que prima cuando ven la presencia de un efectivo policial. Se conoce que en Salta existen casi 500 consignas judiciales fijas por casos de violencia de género y que todas están asignadas a mujeres.

Las mujeres están expuestas al peligro de los agresores, que muchas veces ya están identificados ¿Cuándo la justicia pondrá el foco en los agresores y no en las víctimas?

Mientras tanto la violencia silenciosa sigue su proceso y los femicidios van en aumento. La lucha no es solo a favor mujeres, es a favor de toda la sociedad.

 



¿Te gustó la noticia? Compartila!

Amiga y amigo lector: para seguir informando sin condicionamientos requerimos tu colaboración

Tu aporte mensual se registra con Tarjeta de Débito o Crédito por Mercado Pago con los datos protegidos.


Más de Opinión