A días de hacer el cambio de mando, Javier Milei anunció los primeros cambios en el manejo del Estado argentino. Como era de esperarse, a favor del sector privado y poniendo aún más condicionamientos para aquel sector de la población que subsisten como arrendatarios en nuestro país. De esta manera, opinió sobre la ley de alquileres sancionada en 2019 y que tuvo una última reforma hace un mes: ''Lo único que ha hecho la ley de Alquileres fue daño'', aseguró el libertario.
En este sentido, prometió avanzar contra la normativa que regula los contratos de renta a millones de inquilinos en nuestro país, y que fue reformada hace un mes a favor de estos últimos: quiere derogar esta normativa, dando rienda suelta al regreso del sistema basado en la ''no-regulación'' de precios y que implicaría ''libertad monetaria'' o más bien, que los propietarios puedan cobrar lo que se les ocurra de renta, en pesos o dólares.
Si bien hasta el momento la opinión de muchos es que no habría ningún tipo de beneficios para los inquilinos debido a que ya de por sí poseen grandes dificultades para encontrar lugar donde vivir y la forma de abonar el precio establecido y exagerados condicionamientos para acceder a la vivienda, aún parece pronto para dar las primeras visiones de dichos resultados que parecen vaticinar lo peor.
En este sentido, Juan Arrizabalaga, representante de la Federación de Inquilinos Nacional, comentó en Página/12 que derogar esta normativa ''va a profundizar la crisis del acceso a la vivienda que ya existe''; afirmando que en los últimos meses trabajaron mucho ''militando desde la lucha políticas regulatorias que nunca fueron fáciles para mejorar el acceso a la vivienda cada vez más complicado''.
De esta manera, según afirma Arrizabalaga, no tener marco normativo ''deja la puerta abierta a que la vivienda profundice su aspecto como mercancía dolarizada y el impacto al acceso a tierra y vivienda”; “Es una de las grandes utopías del sector empresario en argentina”, añadió. Sobre las esperanzas de que esto mejore, se mostró angustiado y comentó que: “Va a haber mayor hacinamiento. Estamos en una situación similar a la década del 30’. Hay un proceso de expulsión de la tierra agraria y de la expulsión de la tierra urbana”.