La Marcha Federal Universitaria superó todas las expectativas y hasta las proyecciones de los organizadores, desbordó todas las calles desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo convocando a 1 millón de personas en todo el país. De este modo un amplio colectivo de la ciudadanía manifestó su rechazo a las políticas de recorte presupuestario de las que Javier Milei salió a congratularse un día antes en cadena nacional.
La convocatoria fue festiva, heterogénea y transversal. Atravesó generaciones, pertenencias sociales y partidarias. Reveló —ya se sabía, pero ayer fue reafirmado con tal contundencia que elevó esta certeza al orden de manifiesto— que la educación pública es un valor identitario fundante para la sociedad argentina.
El estudiantazo movilizó a una multitud que los organizadores estimaron en 800 mil personas, y que llegó al millón de manifestantes contabilizando las marchas en las principales ciudades del país, también con convocatorias récord.
La marcha se transformó así en un gran hito político de resistencia a las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei, protagonizado por una porción tan importante de la ciudadanía que no deja margen para las descalificaciones habituales. Que hasta cortó de cuajo la avidez represiva de la ministra Patricia Bullrich, que temprano por la tarde sacó las filas y vehículos policiales a exhibirse amenazantes, para pronto replegar ante los ríos de gente que comenzaban a llegar.
"Defendemos el acceso a la educación superior pública como un derecho. Creemos en la capacidad igualadora de la educación pública y gratuita, en el poder transformador de la universidad como formidable herramienta de movilidad social ascendente y en el aporte diferencial y sustantivo de la producción científica", decía el documento que leyó en el acto central la cordobesa Piera Fernández De Piccoli, presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA). "Todos los problemas que tenemos se resuelven con más educación y universidad pública, con más inversión en ciencia y tecnología. Queremos que nuestras instituciones sean el dispositivo que le permitan a la Argentina desandar las desigualdades estructurales y emprender la senda del desarrollo y la soberanía. La educación nos salva y nos hace libres. Convocamos a la sociedad Argentina a defenderla".
"Defendemos el acceso a la educación superior pública como un derecho. Creemos en la capacidad igualadora de la educación pública y gratuita, en el poder transformador de la universidad como formidable herramienta de movilidad social ascendente y en el aporte diferencial y sustantivo de la producción científica", decía el documento que leyó en el acto central la cordobesa Piera Fernández De Piccoli, presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA). "Todos los problemas que tenemos se resuelven con más educación y universidad pública, con más inversión en ciencia y tecnología. Queremos que nuestras instituciones sean el dispositivo que le permitan a la Argentina desandar las desigualdades estructurales y emprender la senda del desarrollo y la soberanía. La educación nos salva y nos hace libres. Convocamos a la sociedad Argentina a defenderla".
También Taty Almeida sumó su voz en las definiciones: "Estoy en nombre de todas las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y de la mesa de organismos de derechos humanos. Pero no solo estoy como madre, también como docente, porque yo también caí en la escuela pública. Hay que defender la enseñanza pública, las universidades, porque es uno de los derechos humanos el derecho a la educación", señaló. Y el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel: "La Universidad pública, libre y gratuita es una de las grandes conquistas de nuestro pueblo. Y no vamos a renunciar a ella". Y representantes de todos los gremios docentes de todo el país.
La marcha en nuestra provincia
En Salta la marcha también fue masiva
La movlización en Salta tuvo una convocatoria histórica. La Policía calculó que participaron unas 15 mil personas mientras que fuentes de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) estimaron que casi fueron 20 mil. Más allá de los números, el apoyo a favor de la universidad pública fue contundente.
La marcha partió desde el Monumento 20 de Febrero y estuvo encabezada por el vicerrector de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), Nicolás Innamorato. En el Palacio Legislativo, se entregó un petitorio solicitando la intervención de los legisladores nacionales por Salta en defensa de la educación superior. Luego la movilización se trasladó a Plaza 9 de Julio.
"Nuestras universidades han sufrido un fuerte ajuste en términos reales en los denominados gastos de funcionamiento: la partida que mes a mes el Poder Ejecutivo envía a las universidades para que puedan funcionar (mantener edificios, realizar obras, sostener programas de becas, residencias y comedores, incentivar el desarrollo científico, financiar hospitales, laboratorios y proyectos de investigación, y pagar servicios básicos, alquileres, seguros y la protección de sus sedes)", señala el manifiesto.
Agrega que: "Llegamos a marzo de 2024 con un presupuesto de gastos a valores de septiembre de 2022. El incremento del 70 % de estas partidas, dispuesto para el mes de marzo y aún no abonado, más el reciente anuncio, en el marco de esta convocatoria, de un 70 % adicional, constituyen un aliciente aún insuficiente en tanto la inflación fue de un 300 % en el mismo período de tiempo"
Remarca que "más del 90 % de lo que el Estado invierte en la educación superior se destina al pago de salarios de quienes trabajan como docentes y no docentes en las universidades".