Hoy dió inicio en Dubai, la Cumbre del Clima, donde representantes de todos los países del mundo se reúnen para debatir cuestiones vinculadas al desarrollo, medio ambiente, cambio climático y biodiversidad, y las políticas que llevarán los jefes de Estado en conjunto para reducir el impacto ambiental y los efectos negativos que esto trae en nuestro planeta.
En este contexto, Argentina se encuentra en un momento especial, debido a que estamos a días del traspaso de mandato y si bien Alberto Fernández mandó a Emiratos Árabes una delegación representante, las decisiones que se tomen allí no nos representarán ni serán aplicadas del 10 de diciembre en adelante debido a las diferencias ideológicas que separan un gobierno de otro.
Para Milei, el cambio climático no existe ya que según el: “Todas esas políticas que culpan al ser humano del cambio climático son falsas y lo único que buscan es recaudar fondos para financiar vagos socialistas que escriben papers de cuarta”. Esto, claramente, pone a nuestro país en una posición de sumo cuidado debido al gran riesgo ambiental en el que resultaría la no implicación del Estado en medidas vinculadas al cuidado del medio ambiente y la contaminación, entre otros menesteres.
Tal como describe El País: ''La llegada al poder de un presidente que niega la evidencia científica sobre la crisis abre una incógnita sobre el futuro de la agenda ambiental, que ha estado impulsada por gobiernos de diferente signo político en los últimos años y apuntalada por la movilización social''.
En tanto, la COP28 inicia el día de hoy en Dubái - Emiratos Árabes, con la participación de jefes y representantes de Estado de todo el mundo que iniciarán debates y negociaciónes para enfrentar los problemas vinculados a la crisis climática. Argentina, representada con una comitiva de 11 personas que representan el gobierno saliente de Alberto Fernández y quienes esperan en conjunto, el compromiso del nuevo gobierno libertario de llevar a cabo lo pactado en la cumbre de la ONU.
Sólo se espera buena predisposición por parte del libertario y resignificación de su discurso de odio y descrecimiento del cuidado del medio ambiente, teniendo en cuenta que se pasó toda su campaña contradiciendo a la comunidad científica internacional y rechazando que la actividad humana esté vinculada a las condiciones en las que se encuentra el planeta y el empeoramiento al que podría llegar si no se toman medidas de Estado colaborativas.
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