Ayer se llevó a cabo por Ley, el Debate Presidencial pre electoral para que los candidatos en la disputa del 19 de noviembre, puedan expresar a los votantes argentinos por última vez sus posturas respecto a los diferentes aspectos que involucran al manejo del país.
De esta manera, ambos candidatos expusieron sus conocimientos a lo que confiere un buen administrador del Estado, demostrando sus posturas firmes ante los diferentes tópicos.En el caso de Sergio Massa, con buen dominio de la palabra y del debate y en el caso del libertario Milei, dejándose llevar ante sus impulsos de odio a los que ya estamos acostumbrados; carentes de todo contenido y templanza que debe poseer alguien que manejará el Estado.
El debate, demostró la postura firme de Massa ante un atril del cual MIlei busca librarse rápidamente; posiblemente inseguro debido a la negativa de que pueda presentarse al evento con un discurso escrito previamente. La escena, planteó un escenario donde el libertario busca escapar de las preguntas breves y determinantes del ministro de economía; dando por no-efectiva la estrategia de hechar culpas y violentar el discurso ante los ''por sí o por no´´ mediante un ''somos vos y yo''.
Con una gran ventaja discursiva y expresiva de Massa ante Milei desde el minuto cero, cuando el primer tópico abarcó la Economía, el candidato de Unión por la Patria logró poner ''entre la espada y la pared'' a quien tiempo atrás; se dirigía con total violencia agraviante carente de toda templanza y cordura propia a la de un presidente de la Nación.
El ring, se inclinó a UxP en el primer bloque, siguiendo con Relaciones Exteriores y Educación. Massa puso ''contra las cuerdas'' al libertario y puso en duda, el estado mental del mismo, destacando que su familia posee bienes en el exterior e invitando a que hagan el ''psicotécnico juntos'', apelando a hechos del pasado que podrían describir su odio por el Banco Central y su deseo de eliminarlo por motivos del pasado que lo involucran.
Así mismo, y a rasgos generales, el debate presidencial demostró algo que se esperaba desde el primer minuto y lo que claramente se demostró: la capacidad ''por si o por no'' de gobernar un país los próximos cuatro años, y las actitudes y posturas que debe tomar quien pone en sus hombros la responsabilidad social de un país.