Romero, ex gobernador de Salta y reconocido personaje dentro de la opiniòn pública de nuestro lado. Actualmente, afectado en causas judiciales vinculadas al lavado de dinero y corrupción en su época de jefe comunal y senador nacional. Hoy, pide ''garantizar una elección limpia y decente'', cuando nada de su carrera política se asoma a la definición de esas palabras.
"Voy a votar en contra del kirchnerismo", aseguró hace unos días, quien años atrás aparecía en la misma boleta que Cristina Kirchner y al día de hoy, gracias por ese lugar en el senado, cuenta con los fueros necesarios para mantenerse libre y feliz más allá de sus causas penales.
En este contexto, Romero afirmó que ''hay mucha gente que trabaja conmigo que va a ayudar a fiscalizar para garantizar una elección limpia y decente''; incitando al electorado que ''se exprese de manera genuina'' y que ''cuide las urnas para evitar las trampas''.
Así mismo, cabe aclarar la referencia que hace el senador a ''las posibles trampas'', y es que dicho discurso se basa en la teoría conspiranoica del sector libertario, de que ocultaron urnas en las elecciones pasadas o no se llegaron a computar todos los votos a favor del nuevo aliado de Macri. Por supuesto, la Cámara Electoral realizó la correspondiente investigación donde no detectó irregularidades y por el contrario, acusaron a LLA de cometerlas.
Básicamente, por quedarse con millones que sede el Estado para la impresiòn de voletas de cada partido y que a proposito de LLA no habìan completado el total. Esto, lleva a la posibilidad de anticiparse a una posible excusa de ''fraude'' con falta de papeles. La Justicia, logró identificar este hecho con anticipación, y lo que podría haber sido una táctica de manipulación en caso de perder (de nuevo) se pudo prevenir.
Está en el electorado la decisión final.
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