Otro de los sectores más apaleados por la ''Ley Ómnibus'' es la industria cultural argentina. De esta manera, miles de producciones sin fines de lucro vinculadas a las artes, música, cine, teatro y literatura pagarán los platos rotos del privilegio de unos pocos con el cierre del Instituto Nacional del Teatro y del Fondo Nacional de las Artes.
De la mano con ''Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos'' enviado al Congreso a punta de privilegio, vienen los sectores más vulnerables de nuestra sociedad que pagarán con el desfinanciamiento y cierre de las entidades que los promueven en nuestro país.
Si se aprueba esta ley, afectaría la producción mercantilizada y que no tienen fines de lucro en la industria cultural argentina. Entre los aspectos más relevantes de estas medidas, se destacan el gran tamaño de afectaciones en este sector.
Sin financiación se cerrará el Instituto Nacional del Teatro y el Fondo Nacional de Artes, resultando en no poder fomentar en un momento la actuvudad teatral en todo el país y como tal el sostenimiento de las salas. Así mismo, el teatro cargará con el peso además de la propuesta de derogación de la Ley 14800 donde se establece que si se demuele una sala teatral se debe construir una similar y la Ley 21145 respectivamente, donde se indican los beneficios en hospedajes, pasajes y fletes tanto para artistas como para técnicos.
Respecto al FNA, que actualmente cumple el rol esencial en acompañar y fomentar las artes plásticas, escénicas, escritas y cualquier proyección artística financiada en esencia por el público que paga entrada, al momento de vencerse el período de derechos de autor de cada obra. Cabe aclarar además, que dicho fondo es de autofinanciamiento.
Con las obras literarias ocurre algo similar, ya que derogar la Ley de Precio único implicaría un gran desequilibrio entre la cadera de valor que tendrá riesgo de actividad de pequeños y medianos libreros en todo el país; ya que no podrán competir con grandes superficies de venta.
Sobre la música, dicho proyecto perigue la idea de desfinanciar al INAMU quitándole el aporte en multas, tasas y gravámenes que abonan la radio y la televisión. De esta manera, le quitarían todo tipo de función de fomento que no cumpla el carácter de ''formativa'' (ya no tendría participación en la promoción de música tanto en vivo como grabada).
Siendo uno de los sectores más afectados, la industria cinematográfica sufriría la quita del fondo INCAA ingresos provenientes de tasas y gravámenes de radio y televisión, dejando el 10% de cada entrada vendida. Sumado a esto, la modificación le entrega plena discrecionalidad al directorio, quitando la participación de muchos sectores que participan en la actividad cultural.
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