Brasil vivió instancias de temor, después de ser desafiada la democracia del país en el marco de una toma del Congreso Nacional e iruppción en la Casa de Gobierno y la Corte Suprema. Estos hechos anti democráticos fueron por parte de militantes de Bolsonaro, con el objetivo de derrocar el gobierno del reciente presidente reelecto, Lula Dasilva.
En tanto, la oposición argentina apoyó estos hechos de violencia compartieno fake news en Twitter de trolls del gobierno del vecino país: Mientras Cristina y Alberto repudiaron dicho accionar anti democrático, Milei compartió en su Twitter un comentario de un troll que titulaba "masiva protesta reclamando que frenen las medidas dictatoriales de Lula”. Como era de esperarse, Macri y Bullrich apoyaron y compartieron el mensaje, demostrando cierta simpatía al golpe al gobierno de Lula.
En tanto Francisco Sánchez, legislador de JXC, quien pidió ''pena de muerte'' para Cristina días atrás, comentó en su Twitter durante la asunción de Lula que el nuevo presidente debería ir preso, destacando a Bolsonaro, quien pudo haberse ido a Estados Unidos horas antes del traspaso.
En este contexto, el ex mandatario de Argentina, quizo disfrazar su ''repudio'' ante el hecho violento, pero comparó los hechos con el pedido de juicio político del FDT contra los jueces de la Corte Suprema, afirmando que este sería un ataque a la democracia ''igualmente brutal''.
Bullrich siguió los pasos de Macri y salió a la confrontación con Alberto, tomando la misma comparación. La presidenta del PRO comunicó que sólo opinaría de Brasil ''si retira el pedido de juicio político a la Corte''.
Jorge Fauri, excanciller de Macri, si bien ''rechazó'' el ataque al Congreso, los categorizó a los atacantes como ''populistas'', enmascarando estar ligado a los discursos de sus pares.