Con la reforma previsional de MIlei solo 3 de cada 10 personas podrían jubilarse al cumplir la edad de retiro

La plataforma de Gobierno presentada por Javier Milei plantea cambios drásticos en numerosas áreas del Estado. Entre ellas, ha planteado una reforma previsional que busca modificar profundamente el sistema de seguridad social argentino. Entre las modificaciones que ha propuesto en la plataforma electoral de La Libertad Avanza, presentada ante la justicia, se incluyen: la privatización del sistema jubilatorio con vuelta a las AFJP,  la suba de la edad jubilatoria, la quita de las pensiones por fallecimiento y la eliminación de las moratoria previsionales. SIn este último régimen, conocido también como jubilación de amas de casa, 7 de cada 10 argentinos no podrán jubilarse

Estos son los principales puntos de la reforma previsional propuesta, sus posibles implicaciones y los argumentos a favor y en contra.

Retorno de las AFJP

El libertario considera necesario volver a un esquema de administradoras privadas de fondos de pensión. Pese a que Argentina tuvo una pésima experiencia de los años ‘90, que concluyeron con la estatización de las AFJP en el año 2008, a partir de las enormes pérdidas que tuvieron los ciudadanos aportantes a manos de las empresas.

Edad de jubilación

Una de las propuestas más destacadas es la elevación de la edad de jubilación. Milei propone que las y los argentinos trabajen mas allá de los 60 y 65 años respectivamente. Argumenta que el aumento de la esperanza de vida y las presiones económicas hacen necesario ajustar la edad de retiro para garantizar la sostenibilidad del sistema.

Dentro de la plataforma de Gobierno 2023 presentada por La Libertad Avanza se ha planteado:

1. Salir del régimen actual de movilidad de las jubilaciones , esto es, eliminar los aumentos trimestrales que tienen los adultos mayores y pensionados, porque según Milei son insostenibles. Se pretende declarar por ley la Emergencia Previsional y reducir las indexaciones automáticas de haberes. Este planteo resulta cuanto menos cuestionable, considerando que las prestaciones pierden frente a la inflación año tras año y la mínima ronda hoy los U$S 100 mensuales.

2. Imponer el fin de las moratorias previsionales o jubilaciones de amas de casa. Es decir impedir que personas con aportes faltantes se jubilen. En la Argentina al día de hoy 7 de cada 10 personas que llegan a la edad jubilatoria carecen de los aportes totales para poder retirarse, y sin la moratoria previsional, no podrán hacerlo.

 Es posible encontrar argumentos a favor y en contra de las moratorias. Lo que está claro es que son la respuesta que da el Estado a la falta de control del empleo informal. Gran parte de las personas ha trabajado toda su vida, pero no llega a los aportes porque no lo ha hecho en blanco.

Eliminar la moratoria previsional  implicaría generar millones de personas mayores con ingresos por debajo de la línea de pobreza, perjudicadas por haber sido empleadas de manera informal mientras el Estado miraba hacia otro lado.

3. Eliminar el derecho a percibir pensión por fallecimiento y jubilación. Este beneficio, la pensión por viudez, que cobran muchas argentinas y argentinos, ha sido garantizado sobre la base de aportes a lo largo de la vida de una persona con la previsión actuarial de que podría tener un cónyuge sobreviviente. Este ajuste generaría la vulneración de derechos adquiridos y un enriquecimiento sin causa por parte del Estado.

4. Liquidar los regímenes de excepción (especiales y diferenciales) que permiten jubilarse antes y con menor cantidad de aportes. Ciertamente hay regímenes de excepción que no tienen razón de ser, pero hay otros que se justifican en la insalubridad de los establecimientos o trabajos que se realizan.

Uno de ellos muy presente en Salta y el norte argentino es la jubilación agraria que permite a trabajadores rurales jubilarse a los 58 años con 25 años de trabajo en tareas insalubres del campo.

5. Eliminar el aporte patronal, con un esquema exclusivo de aportes personales. Casi todos los países del mundo cuentan con aportes patronales y personales. Esta sugerencia resulta inconsistente con el concepto libertario que dispone la quiebra del sistema previsional. Con esta medida lo estaríamos vaciando de fondos de una forma brutal, considerando que el empleado aporta el 11% y los empleadores alrededor del 17%.