En Jujuy, los vecinos sólo tienen el sueño de vivir en una provincia donde alcance para comer todos los días, impuestos y en tranquilidad. En tanto, su mandatario que debería priorizar las necesidades de ese sector, agarra los billetes y se va a hacer campaña a otro lado.
Entre oficiales y colectivos a larga distancia para trasportar a la militancia al acto central en la Ciudad de Buenos Aires. El traslado de los radicales en vuelos desde Perico hasta Aeroparque llenos de funcionarias y funcionarios para el gran encuentro en el Teatro Gran Rex. Ni más ni menos.
El alquiler del monumental complejo para el acto, costeados por ''aportes de funcionarias y funcionarios''. En palabras de Morales: ''se les descontaba todos los meses''. Pero no queda ahí. Había que trasladar el ''tumulto'' de gente.
Millones de militantes en traslado. Entre ellos algunos beneficiarios de los 82 mil planes Potenciar que posee y quizá haya otorgado como ''compensación''. Todo esto, mientras por detrás se posiciona con un ''Jujuy no se toca'', comida, agua y traslado para sus seguidores.
Según se dió a conoceer:
''A la gente la llevaron obligada le dieron 5 mil ayer al medio día. Les descuentan el pasaje: más de 15 unidades a $600 mil. Dicen que el chiste de ese acto costó 350 mil lucas''.
Asi se da inicio a las campañas electorales en Argentina. Manchadas de violencia y corrupción. Y quien quiere postularse como mandatario de la Nación, reprimiendo a mujeres y familias de víctimas en el #8M. Habrá que pensar más de dos veces cuando llegue el momento de tirar el voto en las urnas electorales.
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