El juicio que tiene en vela a todo un país; un nuevo aniversario del crimen cumplido y todos en la espera de la culminación que lleve al dictamen final de la causa.
Ya se concluyeron las declaraciónes de los testimonios en el caso en del Tribunal 1 de Dolores, y entre jornadas de peritos, investigaciones, familiares y amigos de Fernando, todos esperan la decisión final que lleve a esclarecer la aberrante muerte en Le Brique.
Videos, chats, audios, comentarios, declaraciónes, deducciones: en los medios de comunicación y las redes sociales no se habla de otra cosa, y es que la muerte de Fernando tocó una fibra sensible en cada uno de los argentinos; todos tienen un hijo, un hermano, un sobrino, un amigo, a cualquiera pudo haberle pasado, pero le tocó a Fernando. Hijo único, una familia unida, unos amigos y novia fieles, la vida de todos ellos destruída en una madrugada del 2020, por unos pocos.
Las pruebas son altamente incriminatorias, según los fiscales Dávila y García. Las declaraciónes de los acusados no fueron suficientes para salvarse de la imputación del homicidio doblemente agravado por predeterminación y alevosía; correspondiente a una pena de prisión perpetua. Aparentemente, la querella opina igual.
¿Qué falta para el veredicto final?
Básicamente, las declaraciónes finales. El alegato final de la querella y la fiscalía serán el 25 de enero. En cuanto a la defensa, con Tomei y Pertossi a la cabeza, expondrán teorías en el caso y se pedirá la correcta resolución. En contraposición, Burlando dijo que pedirá prisión perpetua para los ocho imputados, con un mínimo de 35 años en prisión antes del posible acceso a la liibertad condicional (la prisión perpetua en argentina no es ''perpetua'' como tal; tiene una duración aproximadamente de 30-35 años).
El último día de este mes será la lectura del veredicto final. En tanto, Lucas Pertossi, uno de los más ''complicados''; es quien cuenta con más pruebas incriminatorias: ''caducó''.
Entre las declaraciones, dijo que al momento que lo sacó el personal de seguridad de Le Brique: “Veo que agarran a un amigo del pie y lo quieren tirar al piso, me acerco y le digo ‘soltalo’. Le pego dos patadas, me voy para atrás, veo que el chico intenta pararse y me voy para atrás, me voy a la esquina”.
La declaración siguió: “Estaba desorientado, pierdo a mis amigos y empiezo a mandar mensajes y a llamar a un amigo. Llamo, me dice que estaba en el mercado, voy y me acerco. Ahí un pibe me dice que hubo una pelea afuera de Le Brique, que habían llamado a una ambulancia y que el pibe había caducado. Después fuimos a McDonald’s porque tenía hambre”.
Pertossi además agregó: “Yo quiero decir que estoy muy mal por lo que pasó en ese momento, estuve con tratamiento psicológico, psiquiátrico y medicación. Creo que a todos nos afectó mucho esto. Quiero aclarar que yo en ningún momento le pegué a Fernando Báez Sosa, en ningún momento participé de un plan de una asesinato, yo fui de vacaciones”, finalizó el acusado.
Luego, prosiguió Blas Cinalli: “Por las pericias que pude ver... Se dijo que Fernando Báez Sosa tenía ADN mío en el meñique. En ningún momento lo toqué. No sabía quién era. Supongo que la persona de adentro del boliche (con la que se peleó) era él”, asegurando haber visto una pelea, sin señalar o delatar a otros, como lo que se presume un estrategia para que el homicidio se configure en ''riña''.
Cinalli, fue autor de mensajes que se dieron a conocer como: “Nos sacaron todos los patovicas, lo recagamos a palos mal”, dijo a un interlocutor. “Nos agarraron del cuello, nos sacó la Policía, pero ganamos igual”.
El club del Azote
Según informó el secretario de instrucciones de la causa, Javier Laborde (encargado de analizar los celulares de los acusados) los involucrados estaban en un grupo llamado ''El club del Azote''. Dicho grupo, estaba compuesto por trece personas que residen en Zárate. Entre ellos; el acusado.
Laborde contó además que el 18 de enero de 2020 a las 5.08 am dijo lo siguiente: “Nos peleamos, ganamos contra unos chetos, los rompimos. Nos vamos al centro a premiar”.
Cinalli se negó a la solicitud de Burlando de hacer preguntas, y concluyeron los testimonios.
En tanto, Graciela, mamá de Fernando, habló sobre las circunstancias que están pasando: “Vinimos acá a Dolores en busca de justicia. No queremos venganza, solo queremos que paguen lo que le hicieron a mi hijo. En el juicio vi cómo reiteradamente le pegaban. Vi cómo lo discriminaron por su color de piel. Sigo esperando que mi hijo regrese, a pesar de que sé que nunca jamás regresará en nuestra vida. Les agradezco infinitamente por venir a acompañarnos”.
Sólo queda esperar a fin de mes para saber el veredicto final en el caso. Y esperando que sea la pena adecuada a la situación. Quizá así la familia de Fernando pueda contrar algún tipo de consuelo a tres años de la muerte de su único hijo.