8 de marzo, día internacional de la mujer. Un día como hoy, no se festeja el motivo de la existencia de las mujeres en este mundo, sino que se recuerda la lucha hace miles de años por la inclusión del género en un sistema patriarcal; donde prevalecen los privilegios de algunos por sobre los derechos de otras.
La oleada feminista tiene sus orígenes en la intensa pelea por conseguir ocupar un rol de par y no de sumisa: institucionalizada en el año 1875 por las Naciones Unidas, este es un resumen del origen de un día como este.
Un 8 de marzo de 1908, 129 mujeres trabajadoras dieron su vida en un incendio de una fábrica textil en los Estados Unidos en medio de una lucha sindical. Este hecho marcó un hito en la historia, y de ahí en más sólo se cuenta como un reflejo de la pelea del género contra un sistema opresor que les impide ejercer roles que comunmente fueron asignados a los varones.
"El sexo débil, su rol es la crianza y el mantenimiento del hogar"
En 2023, este lema social pre-establecido se sigue teniendo vigencia en algunos ámbitos, aunque a veces tapado en otros términos. El cupo de género en las empresas, la reivindicación de la mujer como ama de casa, la limpieza y la crianza: el patriarcado y los derechos que siguen sin cumplirse.
La lucha de la mano de miles de compañeras a lo largo de los años, en búsqueda de la ampliación de derechos y la visibilización como sujetos de derecho buscan posicionar el género en un lugar de par y no detrás. Pero sigue la vida, pasa el tiempo, y seguimos luchando.
Las muertas, las violadas, las acosadas y las desposeídas
Es muy fácil dar cuenta de la situación actual. Basta con que cualquiera cuente como estuvo su día para demostrar al menos un hecho de acoso, mansplaining, comentario denigrante o cualquier hecho vinculado. Todas al menos una vez en la vida lo sufrieron.
La lucha que incomoda, los cuerpos que generan odio a menos que sea para el disfrute masculino. Las pintadas que critican, las que mueren todos los días y nadie cuenta y las niñas, mujeres y adultas obligadas a parir: todo parte de un mismo sistema opresor. Con la legalización del aborto en Argentina, el odio se acrecentó, y es que si no sos incubadora obligada a dar hijos, a criar y a dedicarte a criar y limpiar la casa el resto de tu vida no sos mujer realmente: indirecta o directamente.
Sino, cuantas veces escuchamos ''se te va a pasar el tren'', ''padres que ayudan en la crianza de los hijos'', ''no podés pretender ser presidenta'', ''no podes llegar a ese puesto'', ''tenía la falda muy corta'', ''es mamá, ya no puede salir'', entre otros comentarios. La misma cara de otra moneda, y el círculo de violencia y silcencio que se repite.
Ayer fue Alejandra, hace unos años Yanina, el mes pasado Lorena, y hace unas horas Carolina. Todas víctimas y familias sin consuelo: '' La maté porque era mía’, así no más, como si fuera cosa de sentido común y justo de toda justicia y derecho de propiedad privada, que hace al hombre dueño de la mujer''; reza galeano en La Mujer Sin Miedo.
Un día como hoy no se celebra, se conmemora. La lucha sigue, y no nos callamos Nunca Más hasta ver que no hay Ni Una Menos víctima del sistema patriarcal a nivel mundial.