El 1 de febrero llega a su fin la prórroga del congelamiento del impuesto a los combustibles y, según estimaciones privadas, el precio de la nafta súper en surtidor podría aumentar hasta 25% e impactar de lleno en el bolsillo de los automovilistas y transportistas.
"Si el Gobierno actualiza el valor del impuesto a los combustibles, el precio de la nafta súper podría aumentar un 25%. En dólares oficiales pasaría de U$S 0,95 a U$S 1,2. Para Nación, podría implicar recursos extras por 0,37% del Producto Interno Bruto (PIB) y para provincias por 0,15% del PIB", destaca un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
El dilema del Gobierno sobre el impuesto a los combustibles
La puesta al día del tributo correspondiente presenta una disyuntiva para el oficialismo. Por un lado, se traduce en una mayor recaudación que asistiría al objetivo de reducción del déficit fiscal que agita el ministro de Economía Luis Caputo. Sin embargo, encarecería los costos de cargar el tanque para el ciudadano de a pie y los profesionales del transporte.
Por el contrario, la no actualización conlleva un alivio para los consumidores pero una pérdida de recursos tributarios en un marco de tensión política y económica luego de que Caputo anunciara la eliminación del capítulo fiscal de la Ley Ómnibus. Este apartado contemplaba casi 2 puntos porcentuales del plan de ajuste y el Palacio de Hacienda evalúa distintas opciones para cumplir con la meta de equilibrio entre los ingresos y los gastos del Estado hacia fin de año.
"El impuesto nacional a los combustibles mantiene inalterado su valor en $27,6 desde octubre de 2022, a pesar del aumento de la inflación. No obstante, a fines de del corriente mes vence el ultimo decreto firmado, por lo cual, de no renovarse este decreto el valor de este tributo aumentará según la inflación", explica el análisis del IARAF.
Combustibles: precios por las nubes y derrumbe del consumo
Desde noviembre, los combustibles pegaron un salto promedio de 140%, impactados por la inercia inflacionaria, el atraso de las subas durante la administración anterior y la devaluación de 54% que instrumentó el gobierno de Javier Milei a mediados de diciembre.
En ese contexto de disparada de precios, el consumo en estaciones de servicio se redujo 20% entre diciembre y mediados de enero.
A pesar de los reclamos sectoriales, las remarcaciones de los valores de las naftas y el gasoil alcanzaron el 260% e incluso superaron el nivel general de la inflación de 211,4% que difundió el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Por cada 10% de incremento de las naftas y el gasoil, el IPC aumenta un 0,4% de forma directa. Es por eso que se estima que el porcentaje tendría una considerable incidencia en la cifra de enero al incluir en la ecuación las subas de 27% aplicadas por las petroleras.
Fuente Perfil