La inflación se disparó a 6,7% mensual en marzo, según informó el INDEC este miércoles. De esta manera, en el primer trimestre del año los precios saltaron 16,1%, el registro más alto desde 1991, cuando el país estaba saliendo de la hiperinflación.
Los precios de Alimentos y bebidas, la división que más peso tienen en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), tuvieron en promedio un fuerte ascenso de 7,2%, similar al que habían tenido en febrero (7,5%). Por lo tanto, en los primeros tres meses de 2022 treparon 21%.
El resto de los rubros mostró una aceleración respecto del mes previo, con excepción de Equipamiento y mantenimiento del hogar, que se mantuvo en el mismo nivel.
Particularmente resaltaron los saltos en Vestimenta (desde el 3,4% hasta el 10,9%) y en el rubro vinculado con los servicios públicos (desde el 2,8% al 7,7%).
La cifra de marzo se ubicó bastante por encima de las estimaciones del sector privado, que había previsto un aumento de 5,5% según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central (BCRA).
Asimismo, las entidades financieras y consultoras que participaron del REM proyectaron un incremento de precios de 59,2% para todo 2022. Sin embargo, el número podría quedarse corto; si las subas de acá a fin de año se estabilizan en un nivel promedio de 4%, la inflación acumulada giraría en torno a 65%.
Mientras tanto, luego de enfocar la política antiinflacionaria casi exclusivamente en instrumentos como Precios Máximos o Precios Cuidados, en el Gobierno comenzaron a tirarle la pelota al Ministerio de Economía. El Secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, aseguró que "controlar la inflación es tarea de la macroeconomía" y advirtió que si el titular del Palacio de Hacienda no toma medidas "esto se va a poner feo".
Por su parte, el ministro Martín Guzmán no le escapó a la responsabilidad al reafirmar que la inflación se va a reducir “con política macroeconómica” y “con un programa económico que ya existe”, aunque sostuvo que “hace falta un apoyo político claro” a dicho programa para acotar la incertidumbre.
El plan de Guzmán apunta, tal como se plasmó en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a fortalecer las reservas vía aumento de exportaciones y a reducir la dependencia de la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal
Además, resalta el aporte de los acuerdos de precios para coordinar expectativas. En ese sentido, el Poder Ejecutivo ya está convocando a los eslabones de la cadena de comercialización de consumo masivo -supermercados, mayoristas, almacenes- para asegurar el cumplimiento de las medidas.