La pizarra, en el recinto de la Cámara de Diputados, muestra un resultado: 82 afirmativos, 77 negativos, 69 abstenciones y 28 ausentes en la votación en particular del «capítulo tabaco» de la Ley Bases. El número, por el voto de 21 diputados de Unión por la Patria, sorprendió a todos: produjo corridas y, más tarde, generó la extravagancia de que algunos legisladores salgan a decir, a viva voz, un voto diferente al que habían emitido segundos antes.
Al pie del acta de votación, en un agregado con el título “observaciones”, cinco legisladores expresaron una conducta diferente de la que tuvieron a la hora de votar: dos de ellos, Aldo Leiva y María Luisa Chomiak (ambos peronistas del Chaco), habían tocado el botón de “afirmativo” y luego, al manifestarlo con sus voces, migraron a abstención.
Con esos cambios, el resultado quedó 80 a 77 a favor de incorporar a la Ley Bases el capítulo tabaco, que propuso el diputado de la Coalición Cívica Juan Manuel López y que hizo que los bloques del PRO y La Libertad Avanza (LLA) voten, casi masivamente, en contra de introducir una reforma que elimina beneficios a la tabacalera Sarandí.
Los ausentes
Pero hubo algo más: tres diputados que en el acta de votación figuran “ausentes” luego emitieron su voto en voz alta y los tres lo hicieron por la negativa. Fueron el libertario Beltrán Benedit y las legisladoras del PRO Daiana Fernández Molero y Germana Figueroa Casas. Es decir: a viva voz (y el detalle es relevante para entender el proceso) los negativos sumaron tres votos.
Con esa cuenta, según los números que hacen en el PRO y en LLA, el resultado quedó empatado: 80 a 80. Por el reglamento, si ese hubiese sido el resultado del recinto, debería haber desempatado Menem como presidente de la Cámara. No se hizo porque se basó en el conteo inicial sistema (sin las correcciones a viva voz) y en el resultado que mostraba la pantalla: 82 a 77. Aprobado.
Dos días después, en el bloque del PRO que preside Cristian Ritondo, se pusieron a leer las actas y detectaron que dos diputadas de la bancada (Fernández Molero y Figueroa Casas) figuraban ausentes pero habían votado, luego, en contra. Lo mismo se observó con el libertario Benedit. El pelotón de ausentes es clave en la polémica que estalló en estas horas. ¿Por qué? Porque de los 28 ausentes que figuran en el acta, 14 luego manifestaron a viva voz una preferencia de voto.
El viernes por la tarde empezó a circular el acta con el detalle de las observaciones y la versión de que la votación podría judicializarse por considerar que el resultado informado no era el mismo que el indica el acta.
En paralelo, se instaló la versión de que por esa “desinteligencia” en el acta, que da como aprobado el capítulo, los planteos en la Justicia además de objetar el trámite de votación de lo referido a tabaco podrían extenderse a toda la Ley Bases. ¿Quién podría plantear la objeción? Algún sector que a simple vista resulte perjudicado por la votación. Entre los diputados que empujaron la inclusión del capítulo tabaco dicen que se «quieren pudrir la votación».
¿Un “error” de Menem?
Consultado por Cenital, López hizo un detalle de lo que, según su criterio, ocurrió. Atribuyó, en esencia, la confusión a un error cometido por el presidente del cuerpo que permitió votar, fuera de tiempo y de reglamento, a diputados que al momento de votar estaban ausentes.
“Para poder votar, los diputados/as deben estar logueados y permanecer sentados en sus bancas durante el minuto y 15 segundos que dura la votación. Una vez cerrada la votación, los únicos votos que valen son los emitidos por sistema y los de aquellos diputados que figuran en la pantalla como “pendiente de votación” (esto quiere decir que esos diputados estuvieron logueados y sentados, pero que no emitieron su voto), a quienes el presidente les toma el voto a viva voz. Esos votos son los que se reflejan en el tablero de votación y que luego se plasman en el acta de votación, explicó López.
¿Qué pasa, entonces, con las observaciones que figuran al final del acta y que, al menos en cinco casos, lo hacen con voto distinto a lo que indica el acta? López indica que los chaqueños Leiva y Chomiak votaron por sistema de manera afirmativa, pero luego “pidieron la palabra y expresaron un voto distinto al emitido”. Según el legislador, “el voto válido es el emitido por sistema”, no lo manifestado luego.
Los otros ausentes
Hay también una serie de diputados que no estaban logueados –y figuraban como ausentes– y que lo hicieron, o ingresaron al recinto, una vez concluido el tiempo de votación. La lista es larga: Parola, López Rodríguez, Daives, Freites, Araujo Hernández, Ginocchio, Rauschenberger y Martínez, todos de UxP, además de Benedit y las dos legisladoras del PRO mencionadas.
Todos ellos figuran como “ausentes” o porque se levantaron de sus bancas o porque estaban fuera del recinto (no estaban logueados), por eso no aparecieron sus nombres como “pendiente de votación”. Pero, una vez cerrada la votación pidieron la palabra y expresaron como su voto, algo que consintió Martín Menem. Para López, esos votos “no cuentan”.
El detalle final del diputado de la CC es específico: “Lo que generó confusión fue el hecho de que, una vez cerrada la votación, el presidente les haya dado la palabra a muchos diputados que no figuraban “pendientes de votación”. Así, se mezclaron las expresiones de aquellos diputados que efectivamente tenían que emitir su voto a viva voz (y que obviamente fueron computados en el acta) con las de aquellos que simplemente desearon expresar sus intenciones de voto, pero sin ningún efecto jurídico”.
Desde la presidencia de Diputados son menos explícitos. Admitieron que podría haber “incongruencias” entre las actas y las observaciones, y que se hará lo que jurídicamente corresponda.