“La incidencia acumulada hasta el momento para la temporada es de 573 casos cada cien mil habitantes. En el mismo período 643 casos fueron clasificados como dengue grave (0,2%) y se registraron 197 casos fallecidos (letalidad hasta el momento 0,07%)”, precisaron sobre la enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti.
En esa línea, desde la cartera de salud detallaron: “En el análisis de la curva epidémica de dengue a nivel país se registra un descenso en el número de casos semanales en la penúltima semana analizada respecto de la anterior (para la semana 13 se registraron hasta el momento 29.840 casos, casi un 32% inferior a lo registrado para la semana 12). Si bien hay que tomar con prudencia los casos de las últimas semanas, porque pueden modificarse de acuerdo a la sucesiva integración de información por parte de los notificadores, este fenómeno no ocurría desde la semana 50 de 2023 -mediados de diciembre- desde la cual se había verificado una tendencia ininterrumpida al aumento de casos hasta la semana 12 de 2024″.
Cabe recordar que la vigilancia del dengue se realiza de manera estacional, abarcando desde la semana epidemiológica 31 de un año hasta la semana 30 del siguiente, coincidiendo con el pico de actividad del virus, que suele darse durante los meses de verano. Si bien aún restan varias semanas para concluir la medición de este año, ya se superó el umbral de casos récord registrado en la temporada anterior, que era de poco más de 130 mil.
La incidencia del frío en los casos de dengue
Tras una serie de jornadas con bajas temperaturas y ante la llegada del otoño: ¿los días más frescos podrían reducir la población de mosquitos vectores del dengue, que son los de la especie Aedes aegypti?
Sylvia Fischer, investigadora integrante del Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, explicó: “Con la llegada del frío, lentamente se irán reduciendo los casos de dengue, eso es correcto. Esto se debe a que los procesos biológicos de los mosquitos se vuelven más lentos con el frío, entonces tardan más entre una postura de huevos y la siguiente: pican con menos frecuencia, y el virus tarda más tiempo en reproducirse en el mosquito”.
Según Fischer, “todo esto va llevando a que vaya bajando gradualmente el número de casos, aunque no va a ser instantáneo porque hay muchos mosquitos infectados en este momento, y mientras estos sigan vivos y picando, va a continuar la transmisión. La reducción de temperatura no va a matar instantáneamente a todos los mosquitos”.
Por su parte, la bióloga Laura Harburguer, investigadora del CONICET en la Unidad de Investigación y Desarrollo Estratégico para la Defensa (UNIDEF), aportó: “Es posible que los días sostenidos de frío bajen los casos y, para eso, debería pasar que haya varios días con temperaturas menores a 15°C de forma consecutiva”.
La especialista explicó que “en este momento es necesario eliminar a los adultos de los mosquitos que están circulando; a las hembras, que son las que se alimentan de sangre. Entonces, si hay un solo día de baja temperatura, esto no ocurriría. Pero con días sostenidos de baja temperatura puede descender la población de hembras adultas, que son las que pican y transmiten la enfermedad”.