Las elecciones en Chile confirmaron este domingo todos los pronósticos acerca de que por primera vez en la etapa posdictadura disputarán la presidencia dos opciones ideológicas antagónicas -la ultraderecha y la izquierda-, poniendo fin a 30 años de convivencia entre los dos grandes bloques de centroizquierda y centroderecha.
El pinochetista José Antonio Kast se alzó finalmente con el triunfo, aunque por un margen bastante menor al que anticipaban los sondeos, con 28% de los votos, pero deberá enfrentar en segunda vuelta al diputado Gabriel Boric, de 35 años, un emergente de las luchas estudiantiles y del estallido social de 2019, que quedó alrededor de dos puntos porcentuales abajo.
La contundencia de los resultados confirmó la sensación de "fin de ciclo" de los dos grandes bloques posdictadura que habían anticipado diversos analistas, pero los casi 30 puntos logrados por Kast permiten inferir que, en todo caso, ese cierre no alcanza al ideario del propio Augusto Pinochet, creador de recetas económicas aún vigentes y cuya Constitución Nacional recién este año comenzó a ser revisada por una Constituyente, producto de las revueltas sociales.
Marcelo Mella Polanco, politólogo de la Universidad de Santiago de Chile, había anticipado en una charla con Télam que el pase claro y seguro al balotaje de ambas ideologías marcaría "el desgaste de los partidos de centroderecha y centroizquierda, de la antigua Concertación y la Alianza por Chile, que fueron las dos grandes coaliciones de la transición, que gobernaron durante casi tres décadas el país pero que a estas alturas no generan confianza ni mayor capacidad de movilización electoral".
Conocidos los resultados, ágilmente difundidos por el Servicio Electoral (Servel), la candidata por la centroizquierda -heredera de la ex Concertación- Yasna Provoste de la Democracia Cristiana, anticipó el apoyo de la alianza por la que compitió, Nuevo Pacto Social. a la candidatura de Boric en el balotaje.
Lo mismo había hecho minutos antes el presidente del Partido Socialista -socio de la Democracia Cristiana en la alianza-, Álvaro Elizalde, aunque la titular de la DC, Carmen Frei -hija y hermana de expresidentes-, dijo que esa decisión se tomaría en forma orgánica en la agrupación.
Más allá de este detalle, pareciera ser una realidad que las fuerzas que compitieron este domingo en las elecciones y que no representan al electorado de Kast y de la alianza de derecha (que llevó dos veces al gobierno a Sebastián Piñera) se alinearían tras la candidatura de Boric, en especial por el rechazo que les causa el ideario pinochetista del ganador de la jornada.
Kast mostró este mismo domingo que entiende la relación de fuerzas y en sus primeras palabras como ganador, fijó los alcances del balotaje en una puja entre "democracia y libertad contra comunismo", intentando una polarización en la que su propuesta quiere presentarse como la mejor.
Por el contrario, Boric salió al ruedo con un discurso de triunfo, afirmando que su cruzada serpa garantizar que la esperanza le gane al miedo.
"Yo no voy a hacer este discurso hablando contra el otro candidato, no es mi estilo, nosotros seremos los voceros de la esperanza, del diálogo, de la unidad y nuestra cruzada será que la esperanza le gane al miedo", afirmó durante su discurso de triunfo en la sede de su comando.
Las elecciones presidenciales y parlamentarias estuvieron marcadas por largas filas en muchos centros de votación.
Muchos jóvenes, que votaban por primera vez a presidente, llegaron a los locales ansiosos por ejercer su deber cívico, algo que no se había visto en anteriores elecciones.
"Queremos elegir a quien nos gobierne"; "importa mucho quién sea el nuevo presidente", fueron las algunas de las frases de los jóvenes en las filas de votación en la comuna capitalina de La Reina.
También muchos adultos mayores llegaron a emitir su sufragio y tenían filas preferenciales para no tener que esperar tanto tiempo.
En Santiago, la jornada también estuvo marcada por la alta temperatura, por lo que se recomendó llevar agua, además de los implementos sanitarios debido a la pandemia del coronavirus, como barbijo, alcohol en gel y una lapicera para poder firmar y marcar el voto.
Las largas filas que se veían en las calles no se repetían en el interior de los centros de votación, ya que los aforos sanitarios no permitían aglomeraciones.
Las mesas de votación abrieron a las 8, para que los ciudadanos habilitados elijan al presidente, a 27 de los 43 senadores, a la totalidad de los 155 diputados y a 302 consejeros regionales.
También aspiraron a la Presidencia Provoste, de Nuevo Pacto Social, el oficialista y exministro Sebastián Sichel y el varias veces candidato y miembro del Grupo de Puebla Marco Enríquez-Ominami.
Completaron el pelotón el conservador Franco Parisi, que no vive en Chile y sacó 13% de los votos, y el profesor de extrema izquierda Eduardo Artés, por la Unión Patriótica.
Casi 15 millones de personas estaban en el padrón electoral, mientras 71.018 estaban habilitados para votar en el extranjero.
Al igual que las anteriores elecciones en Chile, se establecieron estrictos protocolos sanitarios por el coronavirus, que contagió a más de 1,7 millones de personas y causó la muerte a más de 38.000 desde que comenzó la pandemia.