El programa de contracción económica que lleva adelante el Gobierno de Javier Milei, con el supuesto objetivo de equilibrar las cuentas y bajar la inflación –vía la desaparición del consumo interno— afecta duramente la producción de las empresas y, por ende, el empleo. De acuerdo con la última Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) la Secretaría de Trabajo, durante marzo, el nivel de empleo privado registrado en empresas (de más de 10 personas ocupadas) del total de los aglomerados urbanos relevados presentó una contracción de 0,5 por ciento en relación con el mes de febrero. Se trata de una contracción similar (-0,5 por ciento) que la que arrojó marzo del 2020, cuando el arribo del coronavirus obligó a toda la población a quedarse en sus hogares y se paralizó casi toda la producción.
En resumen, Milei logró igualar los números del Covid en materia de empleo. Según la encuesta del ente oficial, con esta variación se verifica cuatro meses consecutivos de caída neta del empleo y se acumula entre noviembre de 2023 y marzo de 2024, arrojando una reducción de 1,4 por ciento. Sólo entre noviembre y febrero, en cantidad de trabajadores y trabajadoras registrados, se destruyeron 63.000 puestos (aunque si se toman tercerizados e informales y las cifras de marzo, el desplome fue exponencialmente mayor).
“En relación a los meses de marzo de los años anteriores, se observa la mayor caída del empleo desde marzo de 2002 y se registraron valores similares en dos momentos de crisis económica, marzo de 2009 y marzo de 2020 con la pandemia. En términos interanuales, el nivel de empleo asalariado registrado decrece 0,6 por ciento”, señaló el informe de la Secretaría que conduce Juan Cordero. Por su parte, el nivel de demanda laboral registra, desde que se inició la serie (2007) su nivel en términos de búsquedas laborales más bajo desde la pandemia.
No se salvó nadie
En marzo, todas las ramas de actividad experimentaron contracción, siendo el sector de la construcción el que presentó la mayor caída mensual del empleo, con un 2,4 por ciento y acumula un 13,5 por ciento interanual. Esto se explica por la decisión oficial de frenar todas las obras públicas, la cuales no pudieron ser compensadas por privados que vieron licuados sus ingresos. El resto de los sectores presentaron descensos mensuales más moderados y mantienen crecimiento interanual.
La retracción mensual en el nivel de empleo registrado privado se registra en las empresas de todos los tamaños, con variaciones negativas de 0,5 por ciento en las empresas pequeñas y medias y de 0,6 por ciento en las de más de 200 personas ocupadas. En términos interanuales la contracción del empleo se concentra en las empresas medianas y pequeñas que alcanzaron una caída de 1 por ciento.
“La tasa de incorporación de personal se mantuvo con relación al mes pasado en un valor (1,6) que resulta muy bajo en términos históricos, sólo en marzo de 2001 (1,5) y en marzo de 2020 (1,4) por influencia de la pandemia, las incorporaciones tuvieron un nivel inferior al actual. En términos anuales la tasa de entrada tuvo una contracción de 1,1 puntos porcentuales. Por su parte, la tasa de desvinculación de personal (2,1) muestra un leve ascenso con relación al pasado mes de febrero (1,9) y una caída en relación con el mismo mes del año anterior (2,6).
“En los meses de marzo, tanto las incorporaciones como las desvinculaciones presentan una estacionalidad positiva, es decir que habitualmente en los meses de marzo tanto la tasa de entrada como la de salida muestran aumentos significativos en relación a febrero. En consecuencia, el comportamiento de las incorporaciones y desvinculaciones de personal observado en marzo de 2024 resulta el habitual en contextos de caída de la actividad económica”, señala Trabajo.
Demanda y expectativas
La demanda laboral, expresada en la tasa de búsqueda, resultó en marzo de 2024 similar a la del mes anterior y muestra un nivel bajo en relación con los meses de marzo de años anteriores. Considerando desde el inicio de la serie (2007), sólo en el mes de marzo de 2020 con la influencia de la pandemia, se registra un nivel de búsquedas laborales apenas más bajo que el actual.
La cantidad de puestos sin cubrir, representado en la tasa de no-cobertura, en cambio fue superior a la del mes pasado. El empleo suspendido si bien es mayor que el mes pasado, continúa exhibiendo valores inferiores a los de los años previos a la pandemia. La incidencia de los despidos sin causa en el empleo registrado privado en marzo de 2024 se incrementó levemente con respecto al mes anterior y, en relación con marzo del año pasado también se observa un leve incremento.
A pesar de la continuidad de la fase contractiva del empleo registrado privado las expectativas netas de las empresas en lo referente a la contratación de personal para los próximos tres meses plantean un escenario sin cambios, es escaso el porcentaje de empresas que esperan incrementar sus dotaciones al igual que el que espera disminuirla.
Las expectativas netas de las empresas en lo referente a la contratación de personal para los próximos tres meses se ubican levemente por encima del 0 por ciento, es decir que se vislumbra un escenario sin cambios, en el que un escaso porcentaje de empresas espera incrementar sus plantillas de personal y un porcentaje casi igual espera reducirlas. Este indicador surge de la diferencia entre la proporción de empresas que esperan aumentar sus dotaciones y aquellas que esperan disminuirla: el 4,1 por ciento de las empresas declaran que harán cambios en sus dotaciones en los próximos tres meses (el 2,1 por ciento espera aumentar la dotación, y el 2 por ciento estima que la reducirá).