Diego Garijo tiene 41 años, es mexicano pero desde muy chico años vive en California, es luchador de MMA o en el tatami de jiu-jitsu y es conocido como “Two guns” (dos revólveres), pero cuando se transforma en drag queen, es Lola Pistola.
Garijo ha luchado en todo tipo de deportes de combate, desde MMA hasta muay thai, y ahora se centra en el boxeo. Su pasión por las luchas inició en la década del 2000 y se dedicó de manera profesional a partir del año 2006 hasta el 2012, donde el desprendimiento de la retina de uno de sus ojos lo obligó a abandonar el MMA y años más tardes se volvería al ring pero dedicándose al boxeo. La lucha fue su forma de canalizar los traumas de su infancia, donde recibió humillaciones y bullying, pero también su forma de escapar del alcohol y las drogas.
Al mundo drag queen llegó luego de un “curso de inteligencia emocional”. Una de las consignas para los participantes fue que salieran de su zona de confort. Y fue entonces cuando a Diego Garijo se le cruzó la palabra “drag”. El boxeador cuenta en varias entrevistas que fue criado solo con su mamá y tiene fotos de él jugando con los corpiños de ella, a veces tiene actitudes femeninas y la gente le pregunta si es gay, él explica siempre que la femineidad y su sexualidad son dos cosas diferentes, es heterosexual.
Iniciarse en el mundo drag, para él, fue como la lucha, tuvo que preparase bien. Tomó clases de baile, se depiló las cejas, aprendió a caminar con tacones y lo ayudaron con el tema de la ropa. Y también se presentó en una competencia amateur de drag queens, donde perdió pero se sintió satisfecho de haberlo logrado. También admite que gracias a este camino que tomó se pudo alejar de la masculinidad tóxica
Cuando le preguntan si fue aceptado en el mundo Drag el responde “Recibo mucho amor de gente del mundo drag, al igual que de las comunidades trans y gay. Pero también de luchadores fuertes y duros. Quizás ellos también esconden algo de sí mismos que les gustaría sacar a la luz más. Todo el mundo tiene secretos, es normal.”
Garijo quiere seguir una carrera como drag queen en un futuro porque lo siente como una extensión natural de su creatividad. En 2020 y en lo que va de 2021, por la pandemia no tuvo oportunidad de aparecer en escenarios, pero sí estuvo en dos inauguraciones de exposiciones de arte vestido de drag queen. Por todo esto y algo más, Diego Garijo se define como un artista (porque también pinta), poeta, luchador profesional y drag queen a tiempo parcial.
Diego Garijo reparte su vida entre sus dos pasiones, el boxeo y el ser drag, sin duda un nock out a los prejuicios.