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Con show represivo, el tratamiento de la Ley Ómnibus pasó a un cuarto intermedio

La Cámara Baja debate el proyecto de ley "Bases" impulsado por el Gobierno. La sesión se reanudará este viernes a las 10, luego de una propuesta de Oscar Zago apoyada por la mayoría de los diputados.

Con show represivo, el tratamiento de la Ley Ómnibus pasó a un cuarto intermedio

Tras otra jornada de debate de más de doce horas, la Cámara de Diputados ingresó pasada la medianoche en otro cuarto intermedio y la sesión por la ley ómnibus se retomará este viernes a las 10:00.

Así lo pidió el presidente del bloque de diputados nacionales de La Libertad Avanza (LLA), Oscar Zago, ante la imposibilidad de lograr la sanción en general esta madrugada, ya que todavía seguía abierta la negociación con los gobernadores y los bloques dialoguistas.

La idea inicial era sesionar hasta la madrugada, votar en general y luego pasar a un cuarto intermedio para continuar el viernes con la discusión en particular, es decir, artículo por artículo.

Sin embargo, nuevos puntos se pusieron sobre la mesa de negociación, como la posibilidad de que tomar deuda no pase por el Congreso, algo que a última hora de este jueves volvió a perturbar el diálogo entre los bloques.

En medio de una extensísima lista de oradores y con el dictamen todavía abierto, el oficialismo decidió cortar y continuar mañana.

Brutal represión

En las inmediaciones del Congreso, con una nueva protesta en rechazo de la norma, se vivieron escenas de máxima tensión y enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas federales de seguridad.

Efectivos policiales lanzaron gases lacrimógenos y dispararon balas de goma contra los manifestantes, incluso los que estaban sobre la vereda y la plaza del Congreso.

Antes de las 21:00, diputados de la izquierda y de Unión por la Patria salieron a las calles para intentar mediar y frenar la represión que ya llevaba más de dos horas.

También reclamaron sin éxito que la sesión se frenara con un pedido que fue descartado por el oficialismo.

Tras esos incidentes, los ánimos empezaron a calmarse fuera y dentro del recinto y la lista de oradores continuó avanzando.

En los palcos siguieron de cerca el debate el ministro del Interior, Guillermo Franco; la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; y el vocero presidencial, Manuel Adorni.

El oficialismo se mantiene optimista sobre la sanción en general en Diputados, aunque todavía restaban acordar los últimos detalles del dictamen con los bloque dialoguistas.

La oposición se quejó en varias oportunidades a lo largo del día sobre que todavía el dictamen no estaba terminado y se estaba discutiendo sobre un texto que seguía cambiando.

Además, reclamaron ver el texto final de la Ley de Bases, pilar de las políticas que busca implementar el jefe de Estado.

Continúan las negociaciones

El oficialismo realizó una contrapropuesta a los bloques dialoguistas y busca encaminar la negociación en dos artículos clave: facultades delegadas y privatizaciones.

Ambos puntos fueron los ejes de tensión entre el Gobierno y el grueso de los diputados que acompañarán el proyecto.

De esta manera, el Ejecutivo se aseguraría el voto de este grupo -al menos en estos artículos- al momento del voto en particular, ya que la votación general, que se esperaba para la madrugada del viernes, es un hecho.

Entre las novedades que ofrece el nuevo documento hubo una sorpresa y fue la inclusión en el capítulo las facultades en seguridad.

Del proyecto original, que traía 11 facultades, sobrevivieron solo seis: económica, financiera, tarifaria, energética, de seguridad, fiscal y administrativa.

Seguridad estuvo en duda en la nueva propuesta al igual que en las emergencias tarifaria y energética, ya que con esas facultades el Gobierno podría suspender sin permiso el beneficio de "zona fría" para usuarios de gas. Esto pone en aprietos a los gobernadores patagónicos.

Otro de los ejes en los que La Libertad Avanza cedió fue en el plazo de duración de los "súperpoderes", que pasó de dos a un año de plazo.

Los más reacios a darle luz verde a este punto son aquellos radicales que están bajo el ala de Facundo Manes. La Coalición Cívica ya anunció que votará en contra.

El capítulo privatizaciones volvió a retacearse: de 36 empresas estatales a privatizar, el oficialismo propone que sean 27, conservando las tres privatizaciones parciales que incluyen el Banco Nación, Nucleoeléctrica y ARSAT. YPF quedó fuera del paquete.

Entre las siete empresas que salieron se encuentran: BICE, Casa de la Moneda, Fabricaciones Militares, Radio de la Universidad Nacional del Litoral, Radio y Televisión de Córdoba, Vehículo Espacial Nueva Generación y Yacimientos Mineros de Agua Dionisio.

Fuente AMBITO 



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